No llores si no es en mi hombro.
No te calles más.
Cuéntamelo todo.
Ven, que nos fumamos el mundo
a la luz de este Sol tonto,
que a veces te sonríe brillante
y otras te deja tan solo.
Abre tu voz oculta,
quédate sordo.
¡Hoy eres tú!
y mañana serán otros
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